La desbordada negación de casos de asilo en la Corte de
Inmigración de Charlotte ha generado la creación de una iniciativa que le da
seguimiento a las decisiones que se toman en el tribunal, reveló el diario Charlotte
Observer.
De acuerdo con el
Centro de Información de Acceso a Registros Transaccionales (TRAC) de la
Universidad de Syracuse de Nueva York, los jueces federales de inmigración en
Charlotte negaron el asilo en el 88 por ciento de los casos desde 2013 hasta
2018.
56 por ciento en el país
En comparación, en promedio los jueces del país negaron el asilo
de inmigración en el 56 por ciento de los casos en el mismo período.
Las tasas de negación oscilaron entre 95 por ciento en Chaparral,
Nuevo México y 20 por ciento en Nueva York.
Los cuatro jueces
de Charlotte, Stuart Couch, Rodger Harris, Theresa Holmes-Simmons y William
Riggs, dictaminaron sobre 1,954 casos que avanzaron más allá de una audiencia
inicial entre 2013 y 2018.
Sin embargo, el juez Couch tiene una tasa de rechazo de 92 por
ciento, mientras que la jueza Holmes-Simmons está en el 80 por ciento.
Programa de observación
En febrero pasado, Defensores de Derechos de los Inmigrantes
(Advocates for Immigrant Rights, AIR) inició un programa de observación en la
corte para averiguar qué hay detrás de los números.
Una de las
fundadoras de AIR es Emily Stephenson-Green, quien también cofundó la Marcha de
las Mujeres en Charlotte.
La organización cuenta con alrededor de 40 miembros activos que
observan las audiencias en la Corte de Inmigración de Charlotte.
Las audiencias en las que se han concentrado AIR son las iniciales
que son como una comparecencia y generalmente no duran más de 10 minutos.
Los voluntarios de AIR las observan para asegurarse de que el
debido proceso se ejecute correctamente.
Maureen Abell,
abogada del Centro de Apoyo Legal de Charlotte (CCLA) es una de las
instructoras de los voluntarios de AIR.
Cambios en las normas
Los dirigentes de AIR han concluido que uno de los factores que
complican los procesos de asilo, son los cambios en las normativas, ocurridos
durante la administración del presidente Donald Trump.
El exfiscal general Jeff Sessions, en el otoño del año pasado, emitió
una cuota para completar para cada juez en un año, de 700 casos.
Las audiencias de
comparecencia tardan unos minutos en completarse, pero las audiencias
posteriores normalmente duran alrededor de tres horas.
El abogado de inmigración de Charlotte, Ben Snyder, dijo que la
cuota de Sessions ha presionado a los jueces para tratar de escuchar hasta
cuatro casos en un período de tres horas.
En mayo, la Corte de Inmigración de Charlotte tenía 17 mil casos
pendientes.
El verano pasado, Sessions determinó que la violencia doméstica ya
no era una razón para calificar para el asilo. Esto anuló una decisión
histórica de 2014 de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BOIA) y alteró
drásticamente las leyes de asilo del país.
Esto dificulta las
solicitudes de asilo para mujeres centroamericanas que fueron abusadas,
teniendo en cuenta que Honduras tiene la tasa más alta de feminicidios en el
mundo, según Naciones Unidas.
Debido a la reputación de Charlotte de ser un tribunal más
estricto, los abogados en el área no quieren enfrentar estos casos, anotó
Snyder.
Alarmante
No obstante, Katrina Braun, investigadora legal de inmigración en la Unión
Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Carolina del Norte, expresó que si
bien las interpretaciones pueden variar de juez a juez, la tasa de negación en
Charlotte es alarmante.
“No tenemos ninguna razón para pensar que los casos en Charlotte
son sustancialmente diferentes de los que están pasando por las cortes de otras
partes del país”, dijo.